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sábado, 22 de octubre de 2011

En el infierno


Le llamaban Doc. Todos lo reverenciaban. A mí no me parecía gran cosa.

-¿Dónde estoy? – pregunté abriendo los ojos y recibiendo el impacto de una terrible luz blanca proveniente de un foco en el techo. Era tan intensa que apenas conseguía acostumbrarme a ella.
-Hola, veo que ya estás despierto –dijo una voz que situé a mi costado- Pues en el caso de que estés en algún sitio, si  es que realmente estás, te diré que me temo que te encuentras en el infierno. Si me lo permites, te mostraré nuestras instalaciones.
Era un hombre de unos cuarenta años pero lucía un cabello canoso y peinado con elegante pulcritud hacia atrás, en una coleta de dos dedos en su nunca. Me ayudó a incorporarme y poco a poco fui recobrando el sentido de espacio y de tiempo. Me sentía terriblemente cansado, como si me hubiese pasado un tren por encima.
La habitación era la típica de un hospital, sin embargo reinaba un silencio extraño. No había enfermeros por ninguna parte y por los pasillos no nos cruzamos con nadie.
-Bien, esta es la “Unidad de Suicidios” –me informaba aquel hombre mientras me acompañaba a través de los distintos corredores- Aquí es donde recibirás tu tratamiento.
Regresamos a la que  al parecer  era mi habitación y aquel señor tan amable tomó la ficha con mi medicación de la carpeta que había a los pies de la cama.
-Mmm… -murmuró negando con la cabeza- Me parece que ha habido un error. Debías haber llegado unos minutos antes…
-El tren se retrasó –indiqué- Atropelló a una vaca, a unos dos kilómetros de la estación.
-¡Ah! –Asintió cerrando la carpeta y mostrando una sonrisa en los labios que expresaba una dulce y elegante satisfacción- Entonces,  todo correcto. Pasaré por la sección de zoología a ver qué tal le va al animal. –Se dirigió a la puerta dispuesto a marcharse.
-¡Espere! ¿Y usted quién es? –Le pregunté.
-Ah, espero que perdones mis malos modales. Aquí soy el jefe. Soy el Dr. Fallen pero puedes llamarme por mi nombre: Ángel. Espero que su estancia aquí, sea cuanto menos… inspiradora.

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